Situada en el extremo oriental de un pequeño pueblo cántabro, esta Casa VIVLA es la puerta de entrada a un extraordinario proyecto vacacional que reimagina la vida rural con propósito, belleza y pertenencia. Esta casa de 4 dormitorios, 4 baños y un aseo adicional ocupa 215 m² en una parcela de 1.005 m². Su diseño combina el confort contemporáneo con un profundo respeto por el lugar. Construida con materiales locales -piedra cántabra, baldosas de terracota recuperadas y madera de castaño autóctona-, la casa se siente a la vez arraigada y renovada. Es la primera de cinco casas únicas, cada una inspirada en tipologías regionales. Dentro, la vida fluye con naturalidad. El corazón de la casa es una cocina abierta, comedor y sala de estar que se extiende hacia el jardín a través de una galería llena de luz. Un dormitorio en la planta baja añade versatilidad, mientras que arriba, cada uno de los cuatro dormitorios cuenta con su propio cuarto de baño. También en la primera planta, una terraza ofrece el lugar perfecto para observar las estrellas, leer o simplemente hacer una pausa. Más allá de la casa, el entorno es pura magia. Lamadrid, en el municipio de Valdáliga, se encuentra entre el mar Cantábrico y la Sierra del Escudo. A pocos minutos de las playas surferas de Oyambre y Gerra, de los encantadores pueblos de Comillas y San Vicente de la Barquera, y de los senderos salvajes de los Picos de Europa, es un lugar para desconectar profundamente y reconectar plenamente. A sólo 40 minutos de Santander y su aeropuerto -y a sólo 90 minutos de Bilbao-, Madrid se siente a la vez remota y accesible. Se trata de un espacio que invita a ralentizar el ritmo y a pertenecer de verdad. Diseñado para la conexión y construido para las historias familiares que aún están por llegar.