Con 152 m² de espacio, 4 dormitorios y 3 baños, Casa Bossost se abre a un amplio jardín privado con vistas ininterrumpidas a las altas montañas. Aquí, el salón no es sólo un interior, sino que se convierte en una extensión natural del exterior. La luz entra a raudales desde todos los ángulos, el paisaje enmarca cada ventana, y moverse entre el interior y el exterior resulta completamente sencillo. Las mañanas comienzan con un café frente a las cumbres. Las tardes fluyen con las puertas abiertas, los mullidos sofás y el aire fresco. Y por la noche, la chimenea toma el relevo mientras el valle se vuelve silencioso a tu alrededor. El jardín se convierte en parte de la vida cotidiana, un espacio para reunirse, descansar y respirar. Y la casa se siente profundamente conectada con el propio valle: cálida, tranquila y diseñada intuitivamente para que los momentos se queden contigo. Un hogar creado para abrazar el paisaje y vivirlo desde dentro.